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UC - Críticas

Países: Australia y Reino Unido.

Año: 2013.

Duración: 116 min.

Género: Drama.

 

Dirección: Jonathan Teplitzky.

Guion: Frank Cottrell Boyce y Andy Paterson; basado en el libro de Eric Lomax.

Producción: Chris Brown, Bill Curbishley y Andy Paterson.

Música: David Hirschfelder.

Fotografía: Garry Phillips.

Montaje: Martin Connor.

Diseño de producción: Steven Jones-Evans.

Vestuario: Lizzy Gardiner.

Distribuidora: DeAPlaneta.

 

Estreno en España: 4 Julio 2014.

Calificación por edades: No recomendada para menores de 16 años.

 
Interpretación: Colin Firth (Eric), Nicole Kidman (Patti), Jeremy Irvine (Eric joven), Stellan Skarsgård (Finlay), Sam Reid (Finlay joven), Hiroyuki Sanada (Takeshi Nagase).

 

TRENES POR VÍAS EQUIVOCADAS

'Un Largo Viaje' es el premoritorio título español para este decepcionante, fallido y flácido melodrama que se basa en unos hechos reales que merecían de un mejor tratamiento. Y es que la historia de fondo es un relato apasionante sobre el perdón y la superación del dolor a través del amor, pero se realiza a través de un guión inepto que equivoca contínuamente su planteamiento, en especial en la absurda contraposición de la historia que sucede en el presente con los flashbacks, molestándose ambas tramas entre sí en lugar de complementarse (sin duda, el material podría haber sido más interesante si se hubiera obviado el pasado y se hubiera centrado en las consecuencias provocadas en el presente).




SINOPSIS: Eric Lomax es un oficial británico fascinado desde su infancia por los ferrocarriles. Durante la Segunda Guerra Mundial fue capturado por los japoneses y enviado a un campo de trabajo en la línea férrea entre Birmania y Tailandia. Allí, él y sus compañeros tuvieron que sobrevivir en condiciones extremas a las torturas de sus captores. Décadas después, Lomax vive en el norte de Inglaterra retirado junto a su esposa Patricia y centrado en su pasión por los trenes, cuando descubre que el soldado japonés responsable de gran parte de su sufrimiento sigue vivo.


 

Pero el director Jonathan Teplitzky se empeña en mostrar los hechos sin elipsis, con un tratamiento que busca frialdad y distancia, pero sólo logra tedio e indiferencia. Su plana realización y puesta en escena no ayuda en nada a otorgar un ritmo narrativo atractivo a su film que por momentos se torna verdaderamente soporífero pese a los dramáticos hechos que se nos narran y que no consiguen despertar en el espectador el mínimo atisbo de emoción o complicidad con los personajes.


 

Y es una verdadera pena, porque como decimos, la historia era apasionante sobre el papel, un hombre atormentado por el sufrimiento de su pasado que no puede reconciliarse con su vida actual se reencuentra años más tarde con el que fue su torturador reintegrado en la sociedad como un ciudadano normal, daba un juego increíble para reflexionar sobre la moralidad, la justicia, la venganza, el perdón y el arrepentimiento. Todo eso queda diluído en el interior de un melodrama atonal, donde ni los esfuerzos de Colin Firth y Nicole Kidman para sacarlo adelante son suficientes. Sin duda, la película merecía un guionista y un director con más talento y valentía para contarla.




UC (Daniel Farriol).

TRAILER